Este es el típico hombre actual de España:
que de la tele vive prisionero,
que al acto espontáneo pone un pero
y que utiliza más fuerza que maña.
Quién a todos y a sí mismo se engaña,
quién se piensa de la vida un guerrero,
quién se cree en un camino certero;
su vecino de esa misma calaña...
Esclavo del gobierno y del Estado,
nada más vive para trabajar
y para estar en el sofá tumbado.
Mirando el fútbol o el Rally Dakar
y las noticias le tiene asustado;
buen cambio creo que deberá dar
szr