Si a mi pecho el tuyo ciñes
sentirás el palpitar de sediento corazón,
arrebatado golpeteo,
deseoso de unirse a tus latidos.
Al mirarte, la luz de tu sonrisa
cual gota de rocío tempranero,
los sentidos refresca.
En la mente,
amorosas se agolpan tus palabras,
nublando mí sentir,
al escuchar su eco en mi oídos.
Amorito celestial extraviarme deja
en tus encantos.
En el laberinto de tus sonrisas perderme,
Sin recato alguno antojo.
Hacerte sentir ansío,
las seductoras caricias,
del lucero vespertino, en su entrega
a los brazos de la lujuriosa noche.
Donde el erótico canto de la vida,
con sus furores afine fogosos sentimientos.
Nuestras almas liadas,
en hermoso nudo queden.
bambam