Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
(Miguel Hernández)
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¿Por qué será, amigos varios,
que los políticos, al menos en España
-la crítica para ellos sólo es una patraña-
son casi todos funcionarios.?
¡Eso sí, de carrera,
que lo que ellos consiguieron
no se encuentra al alcance de cualquiera!
Pues, dicen, soportar hubieron
las calores
para labrarse un futuro de por vida
y lograr del Estado sus favores
hasta su jubilación, su despedida.
El Estado ¿quién es el Estado? todos,
tu, yo y el vecino, el madrileño y el canario,
somos nosotros quienes les pagamos su salario
para algunas veces soportar sus malos modos.
A cambio de tan irrisorio pagamento,
-aquí viene otro cuento-
los hay que tienen flexibilidad de horarios
que les permite abrir la puerta, salir y entrar cuando desean
y al cabo de un tiempo tranquilamente retornar cuando ellos crean
a su puesto, allí reservado, sin más explicaciones.
Alegan mil razones,
que por haber sacado las oposiciones,
hincado bien el codo
-lo mismo que les ocurre a los beodos-
tienen unos derechos.
y que a lo hecho, pecho.
Ventajas son en tiempo y en doblones
que a los demás ciudadanos se nos niegan,
-a nuestros campos con impuestos nos anegan-
que cubren sus riñones
de por vida. Con su jubilación asegurada.
y en su cuenta puntual al fin de mes.
¿Y aun dicen que es escasa?
¡eso me suena a guasa!
Si en la casta de dirigentes observas, sólo ves
muchos que vienen de la docencia,
¡ojo, no confundir con la decencia!
vacios de experiencia pero con la excedencia
bajo el brazo. Y hablan, sin rubor, de crear empleo
y yo sólo de oirles me mareo.
Y si preguntas de trabajo cuantos puestos han creado
se salen del guión
para a continuación
¡tratantes disfrazados de ganado!
con demagogia vendernos una burra desdentada
como si se tratara de una joven y preñada.
Pues tienen mucha jeta
-alguno incluso hay que lleva coleta-
que para gobernar se acompañan de amiguetes,
-haylos que no pasan de mocetes-
que no son los mejores
mas, fieles eso sí, los más aplaudidores.
Amigo mío el mundo está al revés.
Cuando tocan poder
no paran de joder
para sus sucias manos meterte en la bragueta.
Y si no hay dinero, buscan una treta,
pues problema no hay, ellos cobran primero.
Y así, cuando llegan, de ahí no hay quien les eche
argumentando para ello la releche,
que al pueblo sirven, que ellos son altruistas,
-aunque para meter la mano en la caja sean artistas-.
Cuando se van y dejan al país hecho un erial
o, valga aquí el simil, hecho unos zorros,
a ellos les da igual
pues a morro, no hay quien les gane a morro.
Y que el que venga atrás que arree
y, si no, se la menee.
Ellos son lapas, POLÍTICOS, los vividores del erario.
Todos hasta aquí sólo han demostrado ser unos farsarios.