Tuve una novia
que era un bombón
más tierna
que rosa en botón
más dulce
que papelón,
más pegajoza
que el almidón
pero tenía un detalle
que rebasaba mi control
y es esa manía
de su estilo burlón
con que me critica
en cada ocasión.
Una vez fui visitarla
con mucha emoción
luciendo elegante
mi chaqueta marrón
que lucía más brillante
que un chicharrón
y ella al verme,
así de sopetón
me dijo de pronto
sin ton ni son
que parecía una cucaracha
salida de un cajón.
Me enojé con ella
por su indiscreción
y me pidió disculpas
en nombre del amor.
Cuando estaba de nuevo
en amena conversación
me dijo: es que te pareces
hasta en el olor
porque tu chaqueta
de verdad que apesta
con un feo hedor.
Me molesté de nuevo
y le dije me voy
me iré volando
ya sabrás quien soy
y ella asustada
al ver mi reacción
me dijo: no, no lo hagas
te lo pido por favor
pues si vuelas de pronto
me darás la razón.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.