Yo quiero ser en tus manos, La rosa herida que cuides de amor. Porque mi cuerpo , Es un desnudo complejo De espinas nobles y sin sentido remedio. Rosa, de espinas poéticas Sangrante placer sobre tu corazón. Espinas, que duelan en los labios Como en los míos tus besos, Hallando en la noche secreta, La muerte de mis raíces. Yo quiero ser la rosa que imite tu aroma Y te persiga los vientos del destino. Rosa, que repose en tus dedos Y seas mi caricia y yo tu lija, Aquella que descubre su cuna Más perfecta y pulida. Yo quiero ser el color de tus ojos, Sobre la fina escarcha de mi pergamino vivo. El alba húmeda de tus labios , En la cuenca seca de mis carnes granadas. Yo quiero de tu cuerpo, Los campos que me cuiden verdes Y me hagan para siempre libre, Eterno florecer en tus sentidos.