Para aquel que el amor sea cerebral,
todo lo llevará a calcular.
Para mí no es amor pensar
si saldrá bien o mal,
quien busque certeza
o seguridad en el amar,
le sugiero su corazón
en un cofre encerrar
(y así lo podrá matar),
pues solo allí la certeza tendrá
que nadie lo va a lastimar.
Pero jamás se podrá quejar
de la dureza y frialdad
que lo acompañara,
pues en un cofre cerrado
nadie puede respirar
y solo se negara a disfrutar
lo rico de vivir con libertad.
Además carecerá de la virtud
que existe en confiar
que todo será para el bienestar
de aquel que desee disfrutar
el arte que significa amar.