Vicente Martín Martín

De ti no soportaba esa manera de ser

De ti no soportaba esa manera de ser

de quien todo se calla y jamás hace preguntas,

parecías feliz,

eras un ángel

o una diosa tal vez de las que nadie se atreve a tocar sobre la tierra

y por ello te odiaba, parecías

ese tipo de chica que bebía gin tónic

y bailaba apretado si el disc jockey de turno ponía una balada,

pero a mí, niña imbécil,

a mí nunca me habrías levantado el teléfono

ni te habrías quedado en una fiesta conmigo.

Yo prefiero pensar en ti apoyada en el quicio de la puerta

y mirando a lo lejos,

mucho antes

de ser esa muchacha de los pechos sin límite y las caderas de gozo,

mucho antes incluso  de que un beso encendido

prendiera en tus mejillas,

te aseguro que entonces

no me hubiera importado cometer el error de revolcarme contigo

aunque estuviera

condenado por ello hasta el final de los mundos.

 

Sigue siendo feliz, amiga mía,

han pasado los años

y te odio,

te odio,

pero digo

que no había en la tierra otra sonrisa más linda que la tuya.