María

De sueños...

Y cada noche me cortejás hasta la entrega máxima. Me enseñaste a vivenciar la intimidad con la excitación de la mente. Los cuerpos enlazados juegan por horas. Percibís tan bien cuando el desfallecimiento del amor se acerca. Sos el más cuidadoso. Y brota tu esencia más tierna cuando murmurás halagos en mi oído...

 

Entredormida ansío el moño colorado de cada madrugada. Colocás tus suaves manos en mi cabello y comenzás a tejer las guirnaldas del sueño. Apacible, serena, amanezco en la misma postura. Y te cuento en qué armoniosa historia se transformaron esas coronas más reales que las aureolas de Morfeo.