No te he buscado solo para amarte, por que para eso te quieren todos, no por tu cuerpo, al fin de cuentas es solo polvo que volverá a las estrellas algún día, no te he buscado para prometerte un paraíso, pues a veces yo mismo vivo mi propio infierno.
Te he buscado para compartirte cuan feliz soy, aun sin tenerte a mi lado, para que puedas mirar mi sonrisa y así quizás te enamores de ella, para que mires mi llanto y te des cuenta que también sufro, para que uno a uno, los días que pases a mi lado, comprendas que no fui to quien te buscaba, y que tu tampoco lo hacías conmigo.
Que fue el universo quien sabiamente colocó todo en perfecta sincronía, que equilibró los relojes para coincidir en el instante, que eliminó las distancias para que tu mirada y la mía se cruzaran tan solo por un segundo, que rompió los limites de la razón y la conciencia y nos hizo cual niños, sin miedos, sin prejuicios, mirando uno el alma del otro, entregándonos al momento, al sabio instante en el que la vida sin avisar, sigue su rumbo.
Ahora comprendo que la vida es así impredecible, injusta, ingeniosa, haciendo de la humanidad seres incompletos, eternos buscadores de la mitad faltante, sin embargo, quiero que lo sepas, si, me falta una mitad, mas aprendí a vivir sin ella, cuando esta llegue, estaré listo para enseñarle que la mitad que falta, es solo aquella que podemos encontrar en nosotros mismos... cuando nos miramos al espejo.