juan sarmiento buelvas

COMPAÑERO DE LA SOLEDAD.

Trémulo por el frío que cala mi soledad

en la interminable noche de tu ausencia,

le pido tregua a los fantasmas errantes

en lo insondable de mi desilución,

producto de tu intempestiva partida.

 

siento el escalofrío de mi tormento,

me ahogo en una lagrima vertida,

que resbala por mi macilenta mejilla.

 

Floto solitario en esta nave sepulcral

cual boga en los profundos abismos de la penumbra

narcotizado aun por el pretérito sonido de tu jadear

te veo desapareciendo en lo abstruso de la lejanía.

 

se apodera de mi la frustración de no tenerte,

de no poder morder la pulpa carne de tus labios,

de no poder dibujar con mis uñas,

un paisaje subconsciente,

en el desnudo lienzo de tu espalda.

De no tener nada mas en esta miserable noche

que antes que llegar a su fin

se aletárga al compás del sonido de una campana,

existente en la terquedad de mi imaginación,

mientras desfallezco lentamente 

en los tristes recuerdos

producto de un anhelado pasado

en la agonía de esta interminable pesadilla.