Sangre de mi sangre,
expulsora de odio y patria,
con los pies hinchados
al borde del abismo
con mi cuerpo apaleado por mis pensamientos.
Somos tres mariposas
que volamos entre la maleza trujillana
y en redes despavoridas
atraparon nuestras bellezas
por querer ser libres.
Ausencia de la historia,
aleteo inconsciente.
Polinizamos desde la muerte.
Nuestro fracaso su triunfo
y vuelan mariposas superando el cielo
y siguen aun sin poner sus huevos.
Rostro mío,
partido en tres para no ser reconocido,
una parte Minerva y la otra María teresa
y la otra Patria con su belleza morena.
Ya no somos iguales se encargaron
de lapidarnos pero aun
vertimos lágrimas andantes
como los pasos de los que siguen
gritando libertad.