A ti mi Dios que habitas en el cielo
Jesús mío que vives en la tierra
mis ojos están llenos de tristeza
el hijo de un amigo esta sufriendo.
La moto prestada en un mal momento
una pista mojada y él tropieza
su cuerpo sufre de forma siniestra
la sangre brota y rotos tiene huesos.
La madre le implora al pie de la cama
afuera todos claman salve, salve;
la familia de dolor se diezmaba.
De la boca del hijo un \"mama\" exhale
la mama con ardua emoción exclama:
Bendito Jesús y su santo Padre.
Por Alfredo Daniel López