A la memoria del obrero Iromi Smith
del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS)
Asesinado en medio de una protesta por sus derechos.
La sangre es vacío
cuando no circula historia.
No tiene caso expiar culpas
a veinte lunas y un insomnio
de vergüenza, si la muerte
emite saludos con balas y platillos
y se nutre devorando igualdades.
Uno tiene un país y posiciones,
de pronto amanece el color
más conveniente, con ojos
de rapiña amarrados a la espalda
y la violencia crece absurda
con antifaz de justicia
otorgando derroche al egoismo.
Eso dije a Juan antes de aquel viaje
del cual pocos regresan. Desde entonces
solo están los de entonces, menos Juan
Sus ojos no guiarán más protestas
ni verán que la paloma cruza el cielo,
despluma bocas políticas
e incendia tumbas.
Juan era invisible.
No los ven, pero existen
No se escuchan, pero existen
Hablan, pero no tienen voz
a no ser de conveniencia
y existen.
Regeneran bajo el paradigma
de trabajarás, compraráns
usarás, vestirás y anhelarás
pero jamás tendrás
¡Serás invisible!
Sin presente, sin pasado
y quizá sin futuro
¡Existirás!
JUSTO ALDÚ ©
NOVIEMBRE DE 2014