Hay que aceptar que la vida
de duración tiene un lapso
en el que por ignorancias
y rebeldías sin razones;
desperdiciamos el tiempo
quejándonos del destino
que nos tocó por descarte
ingenuos por el camino;
Queriendo ser, simplemente
sin luchar por conseguirlo;
aplicando la venganza
por creer que se ha sufrido.
Vives aún... Y respiras,
es grande tu fortaleza;
no permitas que te atrape
la maldad de la inconciencia.
¡¡Todos!!... Contra ti están prestos
pocos te brindan su mano;
si tu moral se derrumba,
nadie dirá ese es mi hermano.
Oportunidades tuvo... Desperdició su momento...
La prisa de hoy por matarnos
se ha adueñado de nosotros;
nuestra mente se envenena
y nuestras almas condena.