Caes, siempre caes
en el enigma de tus ojos
tu boca abierta
abandona el placer
y mi alma hecha cuerpo
se sumerge
en el mar oscuro
de la pasión.
He muerto en ti
desciendo, abandonado
escapándose la vida
en definitiva acción
inútil esfuerzo
repetido al infinito
en amaneceres
de ojos claros
y una boca implorante
de mi alma y cuerpo.