Mirando al sol
te marchaste sobre tus pasos
mustia, sola, callada
olvidando contar tus días
y dejaste en tu bolso
el carmesí del deseo
te perdiste amada
en el eterno lejano mar
la noche cubrió tus sombras
y brillantes las estrellas
iluminaron tu camino.
Recogiste tu cabello
antes de iniciar
tu canto de despedida
entonces unas gaviotas volaron
llevando tu alma al cielo.
© Emig Paz