Más allá de lo que sé y, de mi cruz,
muy cerca del umbral de nuestra vida,
un reino sin comida ni bebida
se aproxima dejando ver su luz.
Un misterio sintético abre y cierra
sus puertas; mas aquel tuerto misterio,
lo vi cerrando un ojo al cementerio
cuando vaya a envolverme con la tierra.
Más allá de mi todo y de mi nada,
hay senderos de paso que alguien sube
a pelear su lid, sin capa o espada;
mas por ese lugar no miré nube,
más allá; en los Elíseos pasados
sé de un llano lugar que nunca anduve.
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John Morales Arriola