¡Ya viene el cortejo!
¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.
La espada se anuncia con vivo reflejo;
ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.
(La marcha triunfal, Rubén Darío)
Se buscaron, se juntaron
los anhelos de norte y sur y
desde La Cordillera de los Maribios,
hasta la Patagonia,
el sol muestra un nuevo fulgor.
Fue el verso y la rima
o fue su sonrisa de niña.
Fue mi pluma erótica y sensual
o fue talvez ese encuentro casual.
Ahora no puedo apartarla de mí,
mi amada argentina sigue aquí:
La veo en los ojos de los niños,
la veo en su dormir tranquilo.
La escucho en la melodía del violín,
la huelo en la rosa y en su rojo carmín.
A mi amada argentina la deseo,
a mi amada argentina la extraño,
a mi amada argentina la amo,
¡Feliz 27 de noviembre!