Se fue sin mí…
Cómo era se fue…
Sin un beso mío, y yo, sin un beso de él,
Aquella mañana, ya no amaneció para él,
Sonó el teléfono tantas veces, que no las conté
Y mi corazón presentía antes de saberlo… lloró
Mi alma aún no se consuela, ése día todo acabo
Se apagó la luz de su ventana para siempre,
dejó de llorar su soledad, su orfandad,
Su tristeza y olvido de los que no lo veían al pasar
Una silla vacía, un plato todavía con comida y, un vaso vacío
Quedó en aquella mesa que no volverá a, tener su compañía,
Una calle, sin sus pasos, que a diario se escuchaban,
el parque sin su presencia y, un amigo en espera,
Sin saber que sus huellas quedaron vacías de su andar.
Esa mañana, el reloj se detuvo, para dar paso a su espíritu
que salió de su cuerpo, quedó sólo el cuerpo,
que a la tierra volvió, se fue sin mí…
a la gloria de Dios.
Él se marchó para no volver…
Me dejó sola sin su amor y sin su querer.
Alicia Pérez Hernández… México
-No es la pluma la que escribe es el alma-.
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