Walter Trujillo Moreno

ME HE SENTIDO MAS HUMANO A TU LADO

Un abrazo tierno y dulce,
me acogen como águila a sus polluelos,
arco iris pintado la selva
madre envolviéndome en sus sueños

 

A muerto un ser querido,
mi realidad primera, la madre,
el primero y el último ser que piensas perder,
se fue a un momento de descuido,
mi vista se nublo por un segundo infinito,
no sé cuando la volveré a ver.

Madre la razón del primer respiro,
la segunda causa de la primera visión de luz nublada,
tu primera ilusión dorada,
día y futuro deseado desde el instante del nacer hasta el instante de morir.

Rosa nombre de flor,
encierras Venus y Apolo en tus contornos,
ofreces la cura, la belleza y el sol;
desde siempre venerada.
Inspiración de poetas y dioses del Olimpo y Nirvana,
universal, leal y creces en el paraíso y sobre la tierra.

Te prometo depositar un hálito de recuerdos,
desde hoy hasta mi despedida,
en cada rosa blanca que se crucen por mi olfato y vista.
No me cansaré de contemplarla;
su perfume será duradero,
antes de que se marchite enteramente,
como muestra de mi querer real,
la guardaré entre las hojas de mis lecturas preferidas,
nunca se perderá ni en el olvido ni en la distancia.

En realidad la madre es el primero y el último ser que
nunca debemos perderlo de vista.
Madre es la única razón de nuestro primer respiro y
la segunda causa de nuestra primera visión de luz,
día y futuro.

 

Por Walter Trujillo, Berlin, Noviembre 2014