Esta mañana he visto el cielo
Tonándome un café en un bar,
Ha entrado una mujer de ensueño
Sus ojos eran como luceros sin igual…
Me ha dado un vuelco el corazón
Cuando he visto su minifalda,
Sus piernas eran piel en emoción,
Mis retinas se fundían mirándolas…
Es una bella dama, de otro planeta
Y sin querer han despertado mi cometa,
Ese que duerme siete años, por condena
Pero era lo más, bella amazona completa…
¡Dios mío como pueden haber, mujeres así
y con tan solo mirarla ha cambia mi perfil
Y la siento dentro de mí, precioso frenesí
Dulce paloma, divina dueña, de todo su alelí…
Aun estoy soñando preguntándome,
¿Qué sería de mí, si ella fuese mía?
Sería feliz y olvidaría lo que me recome
Esta vida tan difícil helada, en mi fatiga…
Y aunque voy ha cumplir sesenta y dos años
El día de los inocentes, de mirarla soy culpable,
De pensares oscuros envueltos, en duchas y baños,
Es una nube de alegría para mi, un lucero inalcanzable.
¡Hoy he subido y bajado del cielo, cuando la he visto esta mañana a una mujer, a un lucero!
Modesto Ruiz Martínez / viernes, 28 de noviembre de 2014