Voy a relatar un cuento
de un amor vivido
siendo algo incruento
tiene su corazón partido
Una dama muy joven
que práctica tenía
de amores que solo se oyen
que de musa no se oponía
Era un par de ojos
como del río sus aguas verdes
fueron siendo sus antojos
esos de verde color.
Unos montes de piel canela
que la blusa casi mostraban
eran unas tímidas cumbres
donde sus manos posaban.
Con unas caderas fuertes
como licor del paraíso
eran el descanso perfecto
para hacer lo que él quiso.