Si supieran lo que soy se callarían las nubes, los árboles, ¡el tiempo!
A veces, ni sé lo que soy ni lo que daría para entender lo que siento...
¡Lo único que me atrae es la mujer y su fino firmamento!
Si supieran que la mujer es mi alcancía, ¡mi propio banco impreso!
Entonces, mi dolor alcanzaría a recobrar sus sonetos perdidos.
Sus ardientes pensamientos...
La mujer es mi estancia, ¡mi pudor entre sueños!
Mi amor es como el fuego luchando por mantener ¡y destruir su hielo!
Si supieran que soy poeta ¡lo soñarían y volverían a descubrir el cielo!