María

COLORIDO

El colorado es mi preferido. Y no hay dudas de ello. Insisto con el rojo en la decoración, en mis prendas y accesorios. El carmín me eleva en viajes transatlánticos, planeamos horas eternas. Intenso a la hora de reflexionar, el bermellón es el mejor disparador. Definitivamente el carmesí es mi color. Por más que me digan. que el colorado sólo es un tono, viviré sintiéndolo como un sueño. Es un sueño constante, porque toda mi vida pasa por él. Es una quimera eterna, porque está conmigo desde siempre. El rojo me enciende pero me apacigua. Con el carmín vuelo de modo prudente. Con el bermellón salgo de noche. El carmesí es mi alimento de cada día. Mi corazón y mi alma púrpuras me conducen a mi amado, él me espera con la palabra abrigada y el compromiso concebido. Bocetos, esbozos y croquis ya los tiñó de rojo. Mi caballero me transporta al cosmos colorado. Y yo, exultante y agradecida, soy ahora carmesí plasmado.