CUANDO MUERE UN INMORTAL
La verdad es que me impacta el fallecimiento de este hombre, porque a nadie le puede caber la duda acerca de lo importante que fue. Hizo reír a todo un continente, venciendo las barreras que significaban que por ejemplo, sus chistes no se interpretaran igual en todos los países donde sus genialidades fueron vistas. Supo vencer ese obstáculo y han sido muchísimas las generaciones que lo han aplaudido. Es mucha la gente que creció disfrutando del talento de este mexicano. Es cierto y ya conocido que tuvo sus desencuentros con algunos actores que formaron parte del elenco de sus producciones, pero hoy hasta esos actores tendrán que admitir que Roberto Gómez Bolaños era un genio. Un escritor que, gracias a su talento, se hizo inmortal porque difícilmente podrá ser olvidado y quien no se olvida, es inmortal. Hoy les hablo de él porque los poetas logramos que quienes nos leen tengan muchas sensaciones, emociones… ¿y quién no las tuvo con este señor? Pero además, sepan que Gómez Bolaños ¡sí escribió poemas! Y hay uno, el cual según él mismo confesara, era uno de los pocos que se sabía de memoria. Aquí se los presento…
MURIENDO
Yo que iba tan tranquilo
acercándome al final
de mi vida terrenal,
de pronto dudo y vacilo…
¿Es verdad que no hay asilo para el alma?
¿Qué morir es dejar de existir?
¿Qué la fugaz existencia no tiene la trascendencia
que me dejaron intuir?
¡No, eso no, por favor!
Yo, con mi libre albedrío,
me atrevo a decir, Dios mío,
que debe haber un error
y, perdóname Señor,
si con esto te incomodo,
sin embargo, de algún modo,
te lo tengo que decir:
¡No me vayas a salir
con que aquí se acaba todo!\".
No te digo adiós “Chavito”, porque la gente como tú, nunca muere.
Álvaro Márquez