Vengo de una guerra fría,
de constantes luchas y desafíos,
de palabras y caricias porfías,
que luchaban por ser consideradas cariño.
Camine sobre sobre la cuerda floja,
En guerra estuve con tu mirada,
tu fuerza y tu voz agreste
que fingía poderío sobre la lejanía.
Durante mi vida luche,
crecí por mi sangre
y ví la luz y la esperanza hacerlas mías,
me enrollé en sus brazos
y perdí mi libertad
y a pesar del dolor no hay arrepentimiento
porque he crecido con más bondad,
de la esperanza la fuerza nació
y sin esperar mi turno llegó,
me sentí amarrada a un tono gris,
al interior todo era llamas
y por fuera primavera en flor.
Abrí mis ojos y pude ver,
abrí mi corazón y puedo sentir otra vez,
abrí mis manos y las estiré,
para alcanzar lo que perdí una vez.
Ahora vuelo buscando la libertad
y llevo conmigo la esperanzada luz
me ilumina y fortalece
como el sol en el amanecer.
Ya no vuelvo atrás,
Ya no quiero volver,
lo que perdí encontrado está.
Ya no vuelvo porque mi voluntad
más que nunca se hace brillar.