Poeta y bohemio,
viajero de sueños,
realizador etéreo
de ajenos anhelos
y de raros cielos...
(¿será todo cierto...?)
Cuando con la lira,
la voz armoniosa
su musa desliga
y enrula su glosa
en quienes lo escuchan:
encanta y subyuga...
Cuando pone flores
con su poesía,
en la muy sombría
y llena de dolores
existencia impía
sin luz ni colores...
Despliega su risa
que feliz desliza
y canta su canto
angustias o llantos
y nos acaricia...
y nos ilumina...
¿Será todo cierto...?
He oído un cuento
que cuenta el silencio...
se escucha en el viento
en tardes de otoño...
(y más en invierno).
Dice que un poeta
que bajó del cielo
cantando esconde
su dolor eterno,
para que los hombres
no se den la cuenta.
E inventa canciones,
sonríe, alegra,
provoca emociones
con sus sabias rimas
y oculta, así, la pena
que a su ser castiga.
Se bajó del cielo
y por poco tiempo
tocará su lira;
contar más no puedo...
¿habrá quien lo diga...?
(¿será todo cierto...?)
Mientras tanto vemos
al ángel caído...
¡pero no lo sigan...!
que su canto es bello
a nuestros oídos...
¡pero está sin vida!