Hoy he pasado, te he mirado y visto triste
pintarrajeada de scratcher tus paredes,
aunque presumas todos verán que hoy ya no eres
el crisol de esa educación que un día fuiste.
Ni tu alma es ya la misma, ni aún tus enseres,
-alguien hay en que se ciscó sin tu permiso-
tu muerte cercana está ya sin previo aviso,
¡malditos los que ayudaros a que murieres!
Deja, pues, ya de presumir pues tu excelencia
ausente está y vagando llora en los laureles
y ahora mendigando va y pide clemencia.
¡Dónde queda ahora aquel centro de la ciencia!
quien busque solo la hallará en los anaqueles
fenecida está, aquí no existe la docencia.