Ella es tierno suspiro perenne entre mis labios,
Las caricias de fuego vivientes en mis manos;
Es eterno recuerdo, es presente pasado,
Es tal vez el futuro que más he procurado;
Es ella la mujer que me robó el sentido,
La razón de mi Edén, terreno paraíso,
Al alcance de mí, aunque después, perdido
Me caí y lo perdí, y me hundí en el abismo:
-¿Por qué diste el poder al infante capricho,
Voluptuosa mujer, apta para el engaño,
Su corazón de esponja, su pasión un delirio,
Su entrega fatuo instante, un recuerdo olvidado;
Le diste inmensa gloria, el poder de haber sido,
El alfa y el omega: la que me ha exterminado?…