He vuelto de nuevo a mi campiña
después de una larga y gran jornada
de lucha tenaz y alborotada
para estar de nuevo con mi niña...
A sentir de nuevo sus amores
a dormirme de nuevo en su pecho
a sentir su calor en mi lecho
y olvidar por siempre los temores...
Y por Dios, que mucho la extrañaba
en las noches, cuando el frío en la piel
sin su tibio cuerpo, me dañaba…
Y el sabor de sus labios de miel
en mi mente, tanto los besaba
que siento aún el sabor aquel…
CAZA
01/12/2014