Viento del sur
lluvia…
tu alma reflejada entre las hojas
y un recuerdo tímido y perdido
de tu ser, de tu amor
de tu congoja.
Cómo entender tu laberinto ignoto,
cómo saber de tu hondo pensamiento,
cómo entender esta angustia sofocante
que penetra en mi ser como un lamento…
Así desnuda te haces trizas en mis manos
como la lluvia que rompe los espacios…
me mojas con tu viscosidad helada
provocando mil latidos… mil ocasos.
Atrás…!
No des un paso más,
ni siquiera por ventura,
libérame de vivir esta locura,
desaparece en este instante… te lo ruego,
deja que el tiempo nos abarque con su velo
y disuelva tu imagen taciturna…
Mario Ranero