Un poema que no leeras porque ya no existes, desaparecistes dejando todo vacío cuando habían flores, lunas, mares, donde la pasión de Sastre se mezclaba con el juicio de Riso.
... Aun aparco en tu sitio, para sentir esa brisa que aunque endurece mi corazón, le da paz a mi alma porque no me falto nada por entregarte....