Tu tallaste en mi alma y en mi cuerpo,
Con tus caricias de fuego y pasión, con
Tus manos y tu boca, al besarme me
Enseñaste, lo sagrado, de tu corazón,
Me transformaste de una niña a una
Mujer, me regalaste la gloria con tu
Forma de querer, nuestro amor nació
Inocente, con una sonrisa pura y creció
Como la hiedra, convirtiéndose en ternura.
Poco a poco comprendí, que mi vida era el
Quererte, tú me entregaste tu vida, hasta
Que llego la muerte. Por ti yo soy la mujer
Que tú quisiste que fuera, esposa, amante,
Amiga y tu eterna compañera.
Por ti aprendí a vivir, amar y comprender la vida,
Tu me ensañaste a ser una mujer convencida,
De que yo tenía valor, merecía ser amada,
Tú me diste todo eso, con el fulgor de tu mirada.
Aprendí que en esta vida nada tiene más valor,
que el amor que sabe dar, su comprensión y perdón
Tu me enseñaste lo bello, lo más hermoso y sagrado,
pero nunca me enseñaste, como vivir, sin yo tenerte a mi lado.