Enredado
en tus encantos me encuentro
esperando derrames,
gota a gota tu cariño sobre
el espíritu mío.
De la vida he aprendido,
que tener unidas nuestras manos,
anhelos no aprisionan,
ni los besos dados cadenas son.
Libres como las nubes,
movidas en la aurora de las noches,
cual majestuoso volar del águila,
en el cielo.
Dueño nunca tendrán.
De tu esencia siénteme dentro,
tal cual la mía está.
Soy del presente, de hoy soy,
el mañana no existe.
El alma sufre y calla,
de tan cerca tenerte, y a la vez distante.
Lejana estás.
¡Sufro! ¡Sí! De amor sufro.
A tu lado estar deseo, mirándome
en manantial de tus ojos.
Un amargo sufrimiento el amor lejano es.
¿Qué dulce también?
bambam