Mi amor te extraña,
pero en silencio...
La brisa acaricia mi pelo.
como una bella sinfonía
que huye de la oscuridad de la noche.
Aire fresco de la mañana,
que susurra en mis oídos.
Viento que gime entre los lamentos
que se fueron perdiendo entre la hierba,
como lobos hambrientos que aúllan
distantes entre la densidad de la niebla.
La tormenta se mueve rápidamente,
como en aquellas esplendorosas tardes de verano,
rodeadas de nubes oscuras que escondían mi ausencia.
El viento persigue a los pájaros entre los matorrales...
azotando los largos mechones de musgo que duermen entre las piedras.
Relámpagos de luz en la distancia
en ausencia de las lunas de tus ojos cuando pienso en ti...
Son voces que susurro
y mensajes inventados por el viento que me ahoga.
Las sombras me persiguen
mientras me busco a mí mismo en el poco aliento que me queda.
Como una brisa de amor que se filtra
entre los dedos esqueléticos de las ramas de los árboles.
Te mando un beso...
donde quiera que estés...
Porque mi amor te extraña en cada despertar
y en cada taza de café caliente a las seis de la mañana.
Te amo en la plena soledad de tus largas ausencias,
te amo en cada gota de lluvia que moja mi cara.
Te mando un beso...
donde quiera que estés...
Porque mi amor te extraña en cada poema que escribo,
esos que ayer te gustaban y que hoy ni has leído...