Contigo y de ti
aprendí lo más hermoso
dentro y fuera de nuestras rutinas
multitudinarias.
Aprendí a creer en el amor,
me agiganté de encantos
y eran tantos, tantos,
que mi alma se esparcía.
Me enseñaste
como guardar a la luna
bajo el colchón…
Me hiciste sentir
y comprender
como una estrella puede caber y brillar
En el corazón.
Aprendí
como un perfume, inimaginable,
puede cargar esencias de cariño
ser tan tierno y tan mío
aún sin que las manos se tocaran.
Y que ese mismo aroma
Podría llenar de aliento…
y de ternura
Una habitación…en los días grises.
Así me enseñaste…
de ti aprendí a tocar el sol
con la punta de los sueños,
y a sentir tu presencia
en mi alma.
(Socorro Maria Lopes)