Miro al cielo y recuerdo lo que soñé ayer,
Un delirio en mi cabeza me invade y al despertar
Mi voz acelerada me aterra más y más.
Pensar que todo era un sueño y llorar
Por no poder aquello ser tan real;
Vuelvo al mundo, al ser indistinto que solía ser,
E inhalo el aire frió de aquella tarde,
Que fumiga con su aroma y me hace estremecer.
El cantar de las aves y el pardo color de sus alas;
Invaden aquella tristeza que lento acoge mi alma.
Y un recuerdo que llega a mi mente;
Indistinto como siempre me estremece.
Y veo el rojizo y obscuro bosque lleno de centellas
Y meteoritos de hielo y cristal,
Siento el instinto de buscar y encontrar aquel sueño;
Aquella verdad, que en mi mente siempre esta.