Ay, qué dulce es a veces la espera,
que empalaga la llaga que escuece,
y el recuerdo se encostra y se cuece
-cicatrices que en falso se cierran-.
Agridulce el deseo que encierra
sentimientos que crecen soñando,
y dormidos nos dan fortaleza
esperando, curando y amando.
Tengo el cuerpo repleto de llagas,
y yo espero que vengas a mí
para darme tus besos que sanan
y curar junto a ti y sonreir.
Andrés Mª - El Poeta del Amor
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