Como las estrellas y la luna,
que le pertenecen al cielo
en cada noche.
Como el agua,
que le pertenece a cada mar,
cada océano y cada río.
Como el aire,
que pertenece a cada rincón
de este maravilloso mundo.
Como el sol,
que pertenece sin lugar a duda
a cada día nuevo en nuestras vidas.
Sin darle lugar a la duda,
sin brindarle posibilidad a
la incertidumbre,
soy completamente tuya.
Tuya, sin necesidad de esconderlo,
tuya, sin deseos de dejar de serlo,
tuya, sin dejar de entenderlo,
tuya, sin la capacidad de dudarlo,
tuya, completamente tuya.
Tuya, sin necesidad de esconder
algo tan profundo,
tan sincero, y tan maravilloso
como mi amor por tí.
Tuya, sin sentir deseos
de dejar de serlo nunca,
solo se hace presente el deseo
de convertir este amor en algo
eterno.
Tuya, y entendiendo muy bien
el significado de pertencerte,
de corresponderte mi corazón,
mi alma, y mi vida hasta el final.
Tuya, sin la capacidad
de dudarlo ni un instante,
porque realmente tienes
mi corazón en tus manos.
Tuya, sin darle lugar a la duda,
sin necesidad de arriesgarme
a conocer otro amor,
porque estoy convencida de tener
a mi lado el mas bonito que
existe sobre la faz de la tierra.
Tuya, completamente tuya.
Hasta el final.