John morales

Tú ( reeditado).

Tus labios son la puerta de una lumbre

que llegan a mis besos; devoción

límpida, evoca un mirar en la cumbre

¡Oh fragancia profunda y bendición.

 

¡Oh! tu alma, es la extensión del horizonte

y, tus ojos el brillo de la aurora,

tus cabellos son el hilar del monte

y, se trenzan en mi alma que te implora.

 

Amor; tus manos son dos estaciones

y, tus pies dos centurias de mis pasos,

tu sangre; es el cáliz de las legiones;

 

y, tu cuerpo es el templo de un ¡amén!,

ofrenda viva que sube entre abrazos

por los muros, allá en Jerusalén.

 

 

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John Morales Arriola