Esta noche bailé con la luna
sin temer la llegada de la luz del día.
Cuento en primera persona,
cuanto más bailaba, mas la quería
Los volteos de mi falda
en las páginas de un diario,
la sin vergüenza de una copa de vino
que vino a robarme el sonrojo
La sombra de una copa rota.
El desaire de un cuarto menguante
que chispea en mis ojos.
Sueños con poca ropa
Lagunas del antes y el después
sin temer al ahora,
contra una ráfaga de viento.
En la barra de un bar