juan sarmiento buelvas

LA QUE NUNCA PUDE OLVIDAR.

Mujer.

Espero que no seas como aquella,

arrogante y engreída,

cual mujer engañosa y falaz.

 

malvada y perversa,

como manzana, aun colgada en otoño,

que escondió sus gusanos en la pulpa podrida.

 

hipócrita y mentirosa,

hasta con tu mirada lúgubre y mentirosa.

 

La que esquilmó mi sueño de amante alborotado,

en mi primer romance de primavera.

 

la que trunco mis ilusiones de mozo atortolado,

la que nunca cambio sus escandalosas veladas nocturnas,

por una noche romántica,

bajo el embrujo de estrellas fugaces en el firmamento.

 

la de ojos casi inocentes,

pero de mirada perdida en la oscuridad.

 

La que nunca soñó con el pajarito

que posado en una rama

canto con fidelidad,

a su pajarita hasta la eternidad.