Desde pequeñatu sonrisa me iluminaba,siempre encontraba en tía alguien que me amaba. Tu llegada hacía cantara mi corazón...eras tan bueno...tu infinita ternuraalegraba cada día de mi existir. No veía más allá de mis juegos infantiles,no había soledad ni pena,eras tú en mí una luciérnaga que brillabadía y noche sin fin. Conforme crecíamás te admiraba,siempre honrado,trabajador y honesto. Eras un ser lleno de virtudes,contagiabas alegrÍa,tus manos trasmitían la dulzuraque brotaba de tu corazón. Siempre tus regaloseran para mí,discos de nuestra música preferida,libros de poemas...¡qué mejor regaloque sentarnos juntos a escribir...!cuando mis manos infantilesescribían sus primeros versos,tú los celebrabascomo si hubieran escritoel mejor poemade todos los tiempos. Pero no todo era felicidad...el destino te iba a daruna mala jugada,tu salud precariay tu vida de bohemio,pondrían fina tu musical existir. Ya no había lecturas juntos,ya no había música en mi alma,tu piano triste y solo se quedaba,poco a poco envejecía tu cuerpo,tu espíritu de gitano (que decías ser)empezaba a viajar,a esos lugares dondesolo tú podías ir ...no pedías mi compañia como siempre...pero padre...gustosa hubiera ido tras de tí...tu esencia se empezó a convertiren polvo de estrella,lentamente ascendías,hasta allá,al manto oscuro de la noche. Padre mÍo...mi amado padre...¡Pá...! Papá Jorge...mi papi.... Daría mi vida por volver a mirar tus bellos ojos azules,por volver a sentir tus cálidas manosen mi rostro y tus labios en mi pelo,entregándome en un besotodo el amor que sentías por mí. Daría mi vidapor un minuto más junto a tí... YOLANDA BARRY.re editado.