Traigo una retórica encendida de amor en donde describo
nuestras pasiones trabadas con los diluvios de tus besos
que arrastran nuestros deseos con amores sutiles mojados
con lágrimas de felicidad ante los suspiros de nuestras almas.
El viento fresco y frio del mes de diciembre se extiende
en presencia de la inclemencia del tiempo en donde desaguas la delicias
de tus cariños sensibles para este ser que te ama en la
inmensidad de tus pasiones sumergida dentro de las aguas dulces del amor.
La melancolía no existe ya que la has disipado con tus besos
y fortificado con tus caricias extremas de ternura , sentimiento en el que
nuestras pieles chocan y rozan en medio de la secreción
de nuestros sudores confundidos con el elixir dulcito de la vida.
RIVAS JOSE