Alejandrina

Reencuentro

 

Hoy he visto madurar

los profanos lirios tuyos, amor,

trepar...

como el eco de una antigua risa

por los rieles de mi alma,

transparentes como la miel más pura.

 

¡Ah, lazo de ruda fuerza

sostenme en vilo!

devora las precisas espinas

como rayo certero.

Elévame al cálido y remoto pecho

de un astro, potente como un dios.

Acuna mi cuerpo entre tus brazos

con candor de nido y golondrinas.

 

Abrígame en tus versos 

prefacio de locura, 

como los pinos se abrigan

en el sol de diciembre.

Aquí, reviven flores mustias.

¡La soledad está vencida!

Amor...tierra no redimida soy

¡siémbrame todos los parajes!

te daré trigo y duraznos  

cascadas de leche y miel.

 

La voz del hombre

trae un suave rumor de plumas

a mis oídos

melodía de aguas bravas,

sabe a mosto, a sal y aceite,

enciende el fuego que ahuyenta

las hienas de la noche.

 

El corazón solariego y rebosante,

lanzo a tu pecho, pájaro en celo,

veloz, como una flecha atravesando la gloria

y toda la pasión contenida

quedará latiendo en ti,

como golpea el grito de la sangre

en las sienes,

mientras mis palmas elevan la alta copa

plena de ternuras,

donde vienen a beber todas tus aves.

Alejandrina