Besos sonámbulos,
que de madrugada llegan sigilosos,
hasta tu rostro dormido,
encendiendo la hoguera de tu amor,
deslizándose impacientes,
por el borde infinito de tu oído,
dejándote escuchar mi febril aliento…,
bajan despacio por tu cuello,
y al compás de las caricias de mis manos,
bailan desnudos sobre el calor de tu pecho.
Besos sonámbulos,
Cómplices de la noche y de la Luna llena,
que me conducen extasiados
al Sur… del paraíso de tu cuerpo,
¡… pasión húmeda a fuego lento…!
Ósculos enamorados, vagando libres por tu piel…,
ímpetu insaciable de ígneas caricias…
que ansioso caldea, de tu volcán la lava…,
…Y calma el deseo vehemente..,
de recibirte con amor… en mi vientre.
Claudia Alhelí Castillo
05-12-14