Camino lentamente por la vida.
Disfruto plenamente lo que veo.
Hay cosas que son feas pero creo,
que son aprendizaje en la partida.
La llama del amor llevo encendida.
Te miro francamente, sin rodeo.
Me gusta la alegría y yo deseo,
la paz y la concordia sin medida.
A veces me acompaña la tristeza,
la pena se apodera de mi ser.
La vida cuando muestra su crudeza,
te sume en el dolor de no entender
porqué la pena asola su belleza
si tú solo la quieres ver crecer.