Vivimos derribando
pensamientos
que nos esclavizan
en la claridad de la oscuridad,
librándonos de culpas
y del pecado de la sangre.
Vivimos
desvistiéndonos y vistiéndonos
en la batalla ganada
del ser uno mismo
Vivimos
aprendiendo
a disfrutar lo que tenemos,
a ser feliz
A vivir,
en el tener derecho.
A vivir,
en victoria, sin vergüenza
y, en la risa abierta
del error reconocido,
sin humillaciones.
A vivir,
cubriéndonos
el pecho en la autoridad
del pensamiento
cuando el dolor duele
y en la frente alta
de la lucha
la que nos alimenta
la honra y la dignidad,
nos fortalece
y la palabra, crece.
Vivimos,
en la palabra
que habla de uno,
de nuestra vida,
de nuestros hijos,
de nuestra familia,
de los sueños
y de la fe.
La palabra es, uno.
Uno,
en el resplandor
que contiene la verdad,
los legítimos y verdaderos valores,
amándonos con amor,
encontrándonos,
en las alas desplegadas de la paz
y en la esencia
de la mano de Dios.
la certeza es, la semilla.
Uno, es
la semilla de la palabra
para dar y para amar, siendo.
Siendo uno mismo.
Siendo,
su mano la escucha
donde oigo su voz
y en mi,
me declaro y confieso
en oración silenciosa,
única e irrepetible,
amada y bendecida,
en la luz de su gloria
Hija Mujer Amada y Amante
del Señor
Mané Castro Videla