Mirinda

Rituales Dionisiacos

El frio serpentea entre mis huesos,

sumado a un desencuentro no buscado.

La magia escapó como arena entre los dedos.

Dionisio, Dios del vino…Bebe conmigo,

acompaña este momento,

deslízate en mi noche tan oscura,

bebamos el exigir del mismo infierno,

embriágame esta noche de locura.

Invítame el brebaje de los Dioses

sacado de viñedos del Olimpo.

Borra mi memoria, déjala inconsciente,

créame un mar de sinrazones,

para olvidar este dolor que es agonía.

Se desbordan mis versos en bramidos,

en mis venas ya tu pócima instalada.

Grito a cuatro vientos mi delirio,

un éxtasis de ausencia bien lograda.

Dionisio, cúrame está herida,

cura mi alma y su mar desalentada.

!!¡Dancemos, desbocados, enloquecidos,

brindemos y vibremos con la luna¡!!

Pero los Dioses, siempre piden algo a cambio…

Como ofrenda, te llevaste mi cordura.

Llenándome la vida de quimeras,

un sinsentido y un corazón a la deriva.

 

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