Ojos dulces de melaza,
negros a todo color,
labios fríos como escarcha,
tan llenos de sin sabor.
Caricias de suave plata,
besos vacíos de amor,
mentiras que son reales,
traen consigo el dolor.
Miles de gestos amables,
perdidos entre los tiempos,
como sonrisas perfectas,
contadas en nuestros cuerpos.
Observa bien estas manos,
del hueso se formarán,
de mi piel ya se formaron,
los sueños que abarcarán.
Y la palabra que detestas,
mi garganta pronunciara,
pregúntale a nuestra vida,
cuanto queda por pagar…